Después de unos días de vacaciones colmados de reuniones y comilonas buscamos distintas formas de desintoxicar nuestros cuerpos de los excesos y desequilibrios nutricionales con el fin de sentirnos mejor.
Como siempre la naturaleza es muy sabia y nos ofrece para ésta época del año frutas y verduras que nos ayudarán de diferentes formas a lograr nuestro objetivo. Entre los alimentos que durante este periodo tendrán un papel importante en nuestra puesta a punto están los siguientes:
Naranjas
Gracias a su elevado contenido en agua, destaca por su escaso valor energético. Su riqueza en vitamina C, con función antioxidante, hacen de esta fruta un alimento ideal para depurar el organismo y reforzar el sistema inmune que puede estar afectado por el estrés y los desequilibrios de las fiestas navideñas. Además de esta vitamina las naranjas contienen sales minerales y ácido fólico ( fundamentalemente para un correcto desarrollo del feto en mujeres embarazadas). La cantidad de fibra es apreciable ésta se encuentra fundamentalmente en la parte blanca (fibra souble), entre la pulpa y la corteza , por lo que su consumo favorece el tránsito intestinal.
Brócoli
Aunque posiblemente lo que más conozcamos del brócoli es que contiene un olor particular cuando lo cocinamos y que parece un ramo de flores: desde el punto de vista nutricional,,lo realmente interesante de ésta crucífera es que es una fuente concentrada de vitaminas ( C, B1, B2, betacarotenos y ácido fólico), minerales y fibra dietética y de sustancias protectoras ( glucosinolatos y flavonoides ).
Así pues tan sólo contiene 40 Kcal / 100g. En definitiva es un vegetal apto para depurar y desintoxicar nuestro cuerpo a nivel intestinal (fibra) y a nivel circulatorio (ayuda a controlar la tensión arterial),
Alcachofa
Por su riqueza en fibra proporciona sensación de saciedad y favorece el tránsito intestinal, contribuyendo a prevenir o aliviar el estreñimiento. Al ser rica en insulina con acción prebiótica, favorece el incremento y el funcionamiento de las bacterias intestinales que benefician el trabajo digestivo y ayudan a prevenir malestares.
Dentro de las sustancias más destacables en su composición se encuentran aunque en pequeña cantidad, pero con un efecto positivo:
- La cinarina: con capacidad para aumentar la secreción biliar y provocar mayor expulsión de orina.
- Los Esteroles: con capacidad para limitar la absorción de colesterol en el intestino.
Remolacha
Lo que conocemos como remolacha es la raíz redondeada y ligeramente ovalada de la planta. Su aspecto nos hace presuponer que es fuerte, pero lo cierto es que requiere de una manipulación cuidadosa. La pectina presente en la remolacha es eficaz para la absorción de metales pesados y otras toxinas que son filtradas por el hígado y pasan a los intestinos.
Las hojas de remolacha tienen un ligero sabor amargo, resultan deliciosas y pueden prepararse como las espinacas o las acelgas. Son increíblemente ricas en vitamina A y otros nutrientes como carotenoides, el betacaroteno y la luteína/zeaxantina. Se cocinan y se sirven frescas como otras verduras. Por estas razones su inclusión durante este periodo es fundamental.
Agua
Por último y no menos importante, es el consumo de agua, que representa el vehículo para eliminar las toxinas a través del riñón. Se aconseja beber únicamente agua entre 2 y 3 litros al día.
En definitiva un plan de alimentación que favorezca el consumo de estos alimentos en nuestra dieta mejorará los problemas cutáneos, reduce la ansiedad, las infecciones respiratorias, los problemas digestivos, el insomnio y los dolores musculares, etc.
